¿Cuánto tiempo podemos permitirnos retrasar la digitalización de los procesos?

Operario utiliza medios digitales para controlar el mecanizado de una pieza.

La industria está empezando a adoptar tecnologías digitales con el fin de obtener el mismo éxito productivo; flexibilidad y productividad, que están disfrutado sectores pioneros en este ámbito. Si hasta la fecha no te has planteado sacar partido a las tecnologías disponibles, puede ser el momento de que nos acompañes en un pequeño viaje hacia las soluciones automatizadas.

La industria anhela fórmulas con las que reducir sus costes productivos, ganar en eficiencia y mejorar su competitividad. Estos retos no son nuevos, puesto que previamente otros sectores se han enfrentado a ellos con gran éxito delegando sus procesos en sistemas de gestión digitalizados. 

¿Cuánto tiempo nos podemos permitir retrasar la digitalización de nuestros procesos?

Los conocidos ERPs o incluso los por RPAs (Automatización Robótica de los Procesos), son soluciones de software que ya están asimiladas como indispensables en sectores como la banca, la energía o las telecomunicaciones. Cada uno en su ámbito, maximizan el potencial de las organizaciones permitiéndoles agilizar sus procesos de gestión y ser más eficientes.

En estos sectores el desarrollo de automatismos tanto en procesos administrativos, de marketing, contabilidad y finanzas, e incluso con gestores digitales capaces de asesorarte en operaciones complejas, se caracterizan por responder a entornos con operaciones masivas y altamente repetitivas, siendo capaces de proporcionar el nivel de experiencia de usuario que reclama la sociedad. De ahí que se nutren del potencial de las herramientas digitalizadas.

Los bots ya se han convertido en herramientas imprescindibles para ser más operativos y reducir los costes productivos, aunque probablemente nunca lleguen a realizar el 100% de las operaciones.

Como ejemplo, los bots ya se han convertido en herramientas imprescindibles para ser más operativos y reducir los costes productivos, dado su inmenso potencial para trabajar con amplias bases de datos y combinar múltiples operaciones en tiempo real, aunque probablemente nunca lleguen a realizar el 100% de las operaciones. Si conseguimos identificar cuáles han sido las claves en estos sectores para alcanzar su éxito, ¿cuánto tiempo nos podemos permitir retrasar la implantación de dichas tecnologías en la industria?

Los procesos industriales también precisan ser digitalizados

Si escrutamos todo cuanto sucede en nuestras fábricas, rápidamente encontraremos similitudes. Procesos repetitivos “por doquier” que a menudo pasan desapercibidos pero terminan lastrando nuestra productividad. ¡Y cuidado!, porque gran parte de ellas no aportan valor añadido a las operaciones. 

Hoy en día estamos en disposición de minimizar muchas de las operaciones manuales que han sido asumidos como parte de un proceso y únicamente incrementan los costes. Es el caso de las operaciones que nos permiten mantener a los equipos en marcha cuando podríamos utilizar la tecnología para dotar al proceso de una mayor inteligencia productiva.

La interconexión de los equipos en una línea automatizada incrementa su potencial

Una ingeniera y otro ingenieros realizan un control del proceso a través de un dispositivo digital.

Durante el proceso de fabricación ya hay soluciones y plataformas de gestión que son capaces de tomar decisiones de manera autónoma para optimizar la producción y aumentar su rendimiento. ¿Por qué debemos de pulir la superficie completa de una pieza cuando una cámara de visión artificial puede detectar la zona dañada a reprocesar? Solo es un ejemplo que se entiende perfectamente.

¿Por qué pulir la superficie completa de una pieza cuando una cámara de visión artificial puede detectar la zona dañada a reprocesar?

Para discernir qué procesos deberíamos de priorizar a la hora de automatizarlos, en primer lugar es necesario cuestionarse el impacto que provocarán en la producción, así como su situación de partida:

  • ¿En qué nivel de madurez se encuentra el proceso? ¿Es robusto?
  • ¿Aumentará nuestra capacidad productiva?
  • ¿Reforzaremos la calidad del producto?
  • ¿Seremos más flexibles?
  • ¿Reduciremos nuestros consumos?
  • ¿Potenciará nuestra competitividad?
  • ¿Van a suponer un ROI positivo?

Digitalización y automatización sí, pero, ¿dónde quedan los trabajadores?

Automatizar operaciones que por su naturaleza no aportan valor a un proceso nos permitirá destinar a los operarios a los puestos más críticos, con mayor valor añadido. Estas acciones desencadenarán que el operario adquiera nuevas competencias y le favorezca a la hora de optar a categorías profesionales mejor remuneradas.

Si un bot puede solucionar entre el 80 y el 90% de las consultas que se realizan telefónicamente u online a una empresa energética, ¿por qué no dejar que sea un robot industrial quien se encargue de la carga y descarga de piezas en una prensa o máquina CNC?.

El sector bancario estudió (con gran acierto) el comportamiento de los usuarios y descubrieron que la gran mayoría de las gestiones no requieren de la intervención de los operadores. ¿Aún piensas que tu empresa no guarda similitudes o patrones?

La tecnología ya está disponible para generar oportunidades

Ya sea por la globalización o por las producciones de “kilómetro 0”, el mercado demanda una evolución de los modelos productivos; más flexibles, mayor calidad, menores costes… “obligando” a entender la digitalización como una nueva oportunidad.

En SMARTPM nos hemos especializado en diseñar soluciones automatizadas inteligentes. ¿Quieres ver cómo abordar un proceso de cambio paso a paso? Conoce cómo automatizamos tus procesos industriales.


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